El flujo en frío se refiere al flujo viscoso de sólidos a temperatura ambiente.
El flujo en frío es un fenómeno de deformación plástica irreversible de materiales poliméricos debido a fuerzas externas a temperatura ambiente. Se utiliza ampliamente en el diseño de moldes de plástico de precisión, fabricación de piezas de alta precisión, pruebas de precisión de productos, procesamiento de láminas y alambres, etc.
El flujo en frío, también conocido como propiedades de flujo en frío o propiedades de flujo a baja temperatura, se refiere a la capacidad de una sustancia como un líquido o combustible para fluir a bajas temperaturas sin un aumento significativo de la viscosidad o la solidificación. Es particularmente importante para los combustibles de hidrocarburos como el diésel o el combustible de aviación, que pueden verse afectados negativamente por las bajas temperaturas.
Los problemas de flujo en frío ocurren debido a la presencia de cera o parafina en el combustible, que se solidifica a bajas temperaturas y forma cristales. Estos cristales pueden obstruir los filtros de combustible, las líneas de combustible y los inyectores, provocando fallas en el motor o el equipo. Los problemas de flujo de frío son más graves en climas fríos o durante el invierno.
Para resolver los problemas de flujo en frío, a menudo se utilizan aditivos para combustible llamados mejoradores del flujo en frío o depresores del punto de fluidez. Estos aditivos cambian el comportamiento de cristalización de la cera y reducen el punto de fluidez del combustible, haciéndolo fluir más fácilmente a bajas temperaturas. Los mejoradores de flujo en frío pueden prevenir o reducir la formación de cristales de cera y mejorar la operabilidad de los combustibles a baja temperatura.
En resumen, el flujo en frío se refiere a la capacidad de una sustancia para fluir a bajas temperaturas sin solidificarse ni aumentar significativamente su viscosidad. Los aditivos de flujo en frío pueden mejorar las características de flujo a baja temperatura de los combustibles al prevenir la formación de cristales de cera y mejorar su operatividad en climas fríos.
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